domingo, 10 de abril de 2011

LA TELENOVELA, UN RECURSO MAS EN LA EDUCACION DE LOS ADULTOS


LA TELENOVELA, UN RECURSO MÁS, EN LA EDUCACIÓN DE LOS ADULTOS



Psic. Irene Martínez Zarandona
México, D. F. abril 2001


PUBLICADO: REVISTA DECISIO
No.9, septiembre – diciembre, 2004
México
tariacuri.crefal.edu.mx/decisio/d9/sab8-1.php


Sinopsis
La telenovela tiene su inicio en el melodrama, de ahí proviene su éxito. Al ser un género con tanta audiencia ofrece grandes posibilidades didácticas en la educación de  adultos, con producciones educativas y como un recurso más de motivación y reflexión. Se ofrecen sugerencias de trabajo.

Abstract
Historical review about the “melodrama” and  the “soup operas” relations. Being products reaching a very big audiences, it offers  many possibilities  to adult educator, who can use  it as educative “soup operas” or as a motivational and reflexive  material. This article has exercises and  suggestions to work in adults programs.

Palabras claves
Telenovela
Educación de adultos
Televisión educativa
Educación para los  Medios
Alfabetización audiovisual
Recepción crítica



Temario
1. Breve historia del melodrama
2. Características de la telenovela
3. La telenovela en la actualidad
4. La telenovela como educadora
4.1   Educación directa
4.2   Educación indirecta
4.3   Educación para los medios
   5. Sugerencias de actividades


1.Breve historia del melodrama
La educación de los adultos debe considerar las ventajas que los medios masivos y las nuevas tecnologías le ofrecen, porque la población objetivo de sus programas educativos está bajo la bajo la influencia mediática,  por ejemplo la  televisión, la cual con su programación penetra  hasta los hogares  más humildes de nuestros países latinoamericanos, llevando como una fuente importante de entretenimiento al melodrama convertido en la telenovela.

Al hacer un breve recorrido histórico sobre el desarrollo del melodrama autores como Blanca de Lizaur (1999), coinciden en ubicarlo en sus inicios como género teatral, diciendo que el melodrama nació en el siglo XVIII, con Pigmalión, de Jean Jacques Rousseau, y floreció en el siglo XIX, siendo su máximo exponente Guilbert de Pixérécourt, dramaturgo francés, quien ponía gran énfasis en el realismo de sus historias.

Las obras eran ofrecidas al pueblo llano que tenía en estas escenificaciones un motivo de entretenimiento, información e iniciación en la puesta en común de sus problemas sociales, ya que el teatro siempre ha tenido una arista propagandística de las ideas y un efecto concientizador indiscutible.

Debido a esta situación, autoridades de la época, prohiben la palabra en las obras escenificadas y esto provoca que los actores aumentar su mímica y se haga una exaltación exagerada de los sentimientos para  transmitir las historias sin palabras. Así los actores magnifican su gestualidad para expresar la acción de la obra, iniciándose la característica exageración de las expresiones no verbales y ampulosidad que caracterizan al melodrama.

Estas manifestaciones dramáticas reflejaban la conciencia colectiva del pueblo que podía proyectarse en ellas, ya que las obras eran escritas y escenificadas para individuos con un bajo nivel de educación. El éxito se debía a que las personas  tienen necesidad de reflexionar sobre sus emociones y la puesta en escena era una forma de verse en sus conflictos cotidianos y compartir con otros, problemáticas similares.

Pero el melodrama no sólo se forma en los escenarios sino que tiene una de sus fuentes en la literatura. Torres Aguilera (1994), lo ubica también en el siglo XVIII dentro de la novela sentimental con escritos como el de Samuel Richardson y su obra “Pamela”, considerada por muchos como la primera novela sentimental inglesa y es nuevamente Juan Jacobo Rousseau y su obra “La nueva Eloísa”, a quién corresponde ser uno de los primeros escritores de melodrama para ser leído por el pueblo.

Es con el folletín y la novela por entregas, que adquiere el melodrama su característica de narración fragmentada y ofrecida al público en pequeñas dosis que mantienen su interés por espacio de muchas semanas, incluso meses. Estas publicaciones impresas tuvieron gran éxito debido al auge y la divulgación de la imprenta que permitió el abaratamiento de costos y la reproducción de muchos ejemplares, permitiendo una amplia circulación.

Por otro lado, se presenta un fenómeno social nuevo, que es la naciente población alfabetizada que encuentran en el folletín seriado una novedosa fuente de entretenimiento personal y casero y el inicio de un género literario que se ha consolidado en el ánimo del público y con el advenimiento de los medios masivos de comunicación se ha perfilado y apropiado del lenguaje audiovisual, llegando a ser uno de los géneros televisivos más vistos.

Por lo tanto la telenovela tiene en su origen dos trayectorias: una dramática y otra literaria que se han entrelazado y evolucionado formando un género característico, (que a su vez puede desembocar en otros subgéneros como telenovela infantil, educativa o de reforzamiento de valores, histórica, telenovela de época, etcétera)

Esta doble trayectoria junto con las posibilidades que el desarrollo tecnológico ha permitido como es el caso de la grabación en video, que promueve la comercialización de una misma obra en diversos países y en lenguas diferentes, han perfilado a lo largo de los años un género cuyos rasgos distintivos pueden diferenciarlo claramente de otros y que ofrece a muchos adultos sin instrucción el acceso a un entretenimiento cotidiano y de bajo costo.


2. Características de telenovela
Tratando de definir el género con mayor precisión, la investigadora Ana Meléndez, describe a la telenovela como un melodrama que respeta los elementos narrativos básicos de la novela literaria, aunque dividido en capítulos para seriar la trama, episodios fragmentados a su vez para poder introducir anuncios publicitarios y desde luego, usando el suspenso como gancho para mantener el interés del telespectador.

Respecto a las características del género melodrama convertido en telenovela los autores, Carmen Galindo (1985), Jorge González (1988), Torres Aguilera (1994), Nora Mazzotti (1996), Blanca de Lizaur (1999) y Ana Meléndez (1999), hablan de la historia del melodrama, y mencionan los principales recursos y elementos de la narrativa que caracterizan estas historias, los cuales podemos mencionar como los principales:

·   Maniqueísmo. Polarización del bien y el mal.
·   Triunfo de la justicia. Seguridad de un final feliz.
·   Énfasis en los sentimientos, especialmente temáticas amorosas y problemáticas referidas al primer círculo de interacción del ser humano, es decir, pareja y relación con madre, padre, e hijos.
·   Personajes estereotipados, “tipos” y “arquetipos”.
·   Situaciones cotidianas pero modificadas por el destino, Dios, o el fatalismo, y que son mostradas con gran efectismo y espectacularidad.
·   Temas que excluyen  aspectos sociales y reflexiones filosóficas.

Así junto al folletín que tiene gran aceptación entre determinada clase socioeconómica, tenemos otro tipo de relatos y formas de presentarlo   como: la mitología y la leyenda, la novela de contenido profundo, la biografía novelada, etcétera. Actualmente y de forma paralela a esta evolución del melodrama, se han desarrollado para televisión otros tipos de dramatización que presentan entre sí considerables diferencias como el drama, la comedia, la sátira y las obras clásicas del teatro antiguo y contemporáneo, los cuales tienen un tipo de público específico.

En el sentido de la telenovela se han desarrollado géneros semejantes, con los que comparte la característica de seriación como los "teleteatros" y las "miniseries", que de alguna manera son herederos de estos géneros literarios y dramáticos antes mencionados, y que tienen públicos propios con rasgos peculiares, que los diferencian del público que gusta del melodrama.


3. La telenovela en la actualidad
En su versión televisiva, el melodrama ha alcanzado su verdadero auge, son varios países especialmente latinoamericanos que producen y consumen telenovelas, Nora Mazzotti (1996) resume el panorama de la siguiente manera, "En América latina se realizan desde el inicio de la actividad televisiva, y es el género de ficción que en mayor número producen y exportan las televisoras del continente. Se hacen en Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, México, Perú, Puerto Rico y Venezuela. Y en Los Ángeles y Miami, para el mercado hispano de Estados Unidos. Países como: Ecuador y Paraguay, con mucha dificultad, también la han producido, aunque sin continuidad. Posiblemente la cantidad de títulos, producidos a lo largo de cuatro décadas, debe de superar los cuatro mil".

Específicamente en México la telenovela tiene uno de sus antecedentes en la época de oro del cine mexicano, donde el melodrama se desarrolla con toda su riqueza en su modalidad cinematográfica, y que tuvo su ocaso en los años 50, surgiendo en esos  años la radionovela y la telenovela, por lo que se la considera como heredera del melodrama fílmico. Desde entonces la producción de telenovelas se ha perfeccionado, siendo Televisa una de las industrias que las produce, traduce y exporta a mayor número de países.

Sin embargo durante los últimos años en México se ha venido gestando un nuevo tipo de telenovela cuyas temáticas muestran problemáticas de actualidad y aunque los personajes y las historias giran sobre los aspectos  de su vida emocional de los personajes, tanto el planteamiento como el contexto en el que se desenvuelven éstos, se va pareciendo cada vez más a  la vida y problemáticas sociopolíticas de un México que esta cambiando y cuya población madura y exige historias con personajes más reales que tienen reacciones humanas, con errores y triunfos de  personas de carne y hueso.

Este tipo de telenovela se desprende cada vez más de temas maniqueístas y finales dulces y felices. Tal vez ya no podremos llamarlas melodramas sino dramas perfilándose  con ello un nuevo subgénero llamada telenovela de fondo o contenido  que implica un proceso de  madurez en el público "telenovelero".

Las telenovelas tienen un aspecto muy positivo al mostrar alternativas de vida y solución a muchos problemas, aunque no siempre sean los mas adecuados a los valores imperantes en la sociedad, pero si ofrecen a la persona que las ve una reflexión sobre una variedad enorme de temas, y  provocan estimulo para introducir cambios en la propia vida,  por ello no es extraño pensar que muchos de los adultos que deciden estudiar y superarse, sean  personas que gustan de las telenovelas y aprovechando esta circunstancia los educadores pueden hallar en este género un aliado si desean utilizarlo con fines didácticos.

Pero ¿quiénes son los “telenoveleros”?, son personas que gustan de estas historias, los hay de  diversas edades, sexo, nivel socioeconómico e incluso  distinta escolaridad, pero son asiduos receptores del género y tienen un gusto especial por saber acerca de la vida sentimental de otros, proyectar y aprender a manejar sus propias problemáticas afectivas y ver como otros pueden enfrentar problemas y buscar soluciones.
 
En ese sentido al alumno adulto (receptor de mensajes mediáticos), hay que comprenderlo como una unidad, un ser completo biopsicosocial, condicionado por una familia y una cultura determinada, una historia de vida, experiencias emocionales vividas y conceptos aprendidos que son la matriz con la que juzga su circunstancia y se ubica en el mundo.

En el desarrollo psicoemocional del sujeto es donde se encuentra la raíz de su comportamiento, porque en la esencia de cada uno como persona se hallan las necesidades que lo motivan y mueven en la búsqueda de los satisfactores emocionales y materiales, que requiere para mantener su equilibrio interno.
En esa búsqueda personal y en muchos aspectos inconsciente, las personas se relacionan con su medio tratando de hallar aquello que más necesitan.
En el caso concreto que ahora nos ocupa, la telenovela tiene características específicas para un público insatisfecho, al que le muestra sin ambages una enorme gama de emociones, encajando perfectamente, en la necesidad básica de todo ser humano de sentir, hablar y manejar su vida afectiva, lo que probablemente las hace tan vistas y comentadas y por ello pueden ser un pretexto de motivación y reflexión, así como un recurso educativo que hasta ahora es poco utilizado en la educación de adultos.

4. La telenovela como educadora
Son varios los aspectos educativos surgidos de este género, ya que desde sus inicios el melodrama ha sido un transmisor y reproductor de los valores de una época y una sociedad. Podemos distinguir tres aspectos educativos bien diferenciados:

4.1. Educación directa
Existe un tipo de telenovela con un origen netamente educativo como es el caso de la telenovela de valores creada por Miguel Sabido y producidas por Televisa, cuyos ejemplos colocan a México como el primer país en utilizar este género de amplia cobertura para enseñar al auditorio  temas como: la alfabetización, la planificación familiar, eventos históricos, etcétera.

Este tipo de telenovela  basa su éxito en la teoría del aprendizaje vicario de Bandura, que postula como el hecho de ver lo que sucede a otros (en este caso los personajes) permite a la persona pensar en sus propios problemas, sobretodo si son parecidos a sus planteamientos.


4.2. Educación indirecta
La telenovela es transmisora de los valores de una sociedad, por ello educa aún sin proponérselo, puesto que fomenta pautas conductuales encaminadas a formar en el público que las contempla certidumbre acerca de como se debe obrar correctamente,  porque el bien prevalece sobre el mal y la justicia funciona lógicamente premiando a los buenos y castigando a los malos. Este aspecto educativo surge de la identificación del público con los personajes que suelen mostrarse como bellos, buenos y sufridos.

En este sentido los estereotipos juegan un papel importante dentro del género, ya que la telenovela clásica está plagada de éstos  y es a través de ellos que los "telenoveleros" se identifican, sueñan, proyectan sus deseos y temores e introyectan sus valores, haciéndolos suyos.

Este aprendizaje se da porque existen mediaciones que establecen la comunión diaria entre el receptor y los personajes, que con sus problemáticas refuerzan al género  y los valores tradicionales de  la sociedad.

Actualmente puede observarse a una sociedad mexicana que empiezan a buscar nuevas pautas conductuales y valores acordes con las exigencias de la vida moderna y que está encontrando en la telenovela de contenido personajes con una identidad propia y diferenciada de clisés, donde no se tiene la certeza de quién es el bueno y el malo ya que estos personajes "reales" poseen mayor complejidad de personalidad, y representan para un receptor mas abierto y preparado  un reto, especialmente en el ámbito femenino que ofrece personajes que presentan  matices difíciles de encasillar.

Sin embargo la inmensa  mayoría de las personas las temáticas y desarrollos  que corresponden al melodrama clásico son las  que  tienen mayor atención.

Algunos adultos viven como algo vergonzoso el ver telenovelas, pero a través de  una reflexión crítica se puede concluir que las telenovelas ofrecen elementos emocionales que las convierte en posibles agentes de cambio, si alcanzan un mínimo de calidad.
  

4.3. Educación para los medios
El tercer aspecto educativo que podemos derivar de la telenovela surge de la corriente pedagógica denominada Educación para los  Medios EPM, que retoma el interés de las personas por los productos mediáticos y a través de la reflexión sobre sus mensajes, les ofrece conocimientos básicos sobre el lenguaje  audiovisual y los prepara como receptores críticos.

En ese sentido la EPM retoma los productos televisivos, como en este caso la telenovela y la ofrece como objeto de estudio, es decir un material de análisis tanto de los aspectos técnicos y de producción como de las temáticas, contenidos, personajes y estereotipos, manejo de conflictos, etcétera,  promoviendo en las personas  la reflexión que los ayuda a distanciarse del mensaje  y decidir libremente sobre la aceptación o rechazo de éste.

Este enfoque que implica una alfabetización audiovisual hace que la recepción sea más consciente incluso que se tenga mayor capacidad de gozo ante las buenas producciones de calidad y resulta una mediación invaluable entre el sujeto y la manipulación que de éste puedan hacer los intereses mercantiles.

Conociendo aspectos generales del lenguaje audiovisual, los usuarios de los medios logran tener un conocimiento mas profundo de la manipulación, y convertirse en unos receptores más críticos de los mensaje mediáticos.

Podemos concluir que la telenovela realmente llegó para entronizarse y ser un vehículo cultural de gran impacto, sobretodo si se sabe utilizar por las  autoridades, maestros y educadores y educandos.


5. Sugerencias de actividades
Un ejemplo de actividad con telenovelas  puede ser identificar las principales características del género e iniciar una reflexión sobre las razones que motivan a tantas personas a ver telenovelas.

También el ayudar a reconocer el tipo de estereotipos y rasgos físicos que se están imponiendo socialmente a través de los personajes.

Usted puede escoger una telenovela e identificar a los personajes según sus características, los malos, los buenos, los protagonistas, los antagonistas, etcétera. Reflexionar en que se parecen y en que se diferencian con personas de la vida real respecto a sus actitudes, emociones, cualidades, defectos, etcétera.

Otras sugerencias es hacer una lista de las características físicas de los personajes y relacionarlo con la situación socioeconómica, familiar y laboral del personaje, su ocupación, su lenguaje, clase social, religión, conflictos, tipo de reacciones y soluciones ante estos.

Identificando el tipo de valores  que se están imponiendo como modelos al público, especialmente la imagen de hombre y mujer que están ofreciendo.

Un aspecto prioritario para analizar en las telenovelas es el de la formación y reforzamiento de cierto tipo de discriminación social, por ejemplo, si la población mexicana es mayoritariamente morena porque los personajes principales y protagonistas de las historias son rubios y si hay personajes con rasgos indígenas éstos tienen los papales de sirvientes, chóferes, delincuentes, etc.

Estas actividades puede ser un pretexto para invitar a la lectura sobre el tema y/o escribir opiniones y comentarios como ejercicio de redacción.

Otra actividad que puede realizar con sus alumnos es la elaboración de una telenovela en grupo, escogiendo un tema de interés general, creando la historia, escribiendo los diálogos, jugando con los estereotipos, asignando los papeles, realizando los ensayos, formando el equipo de producción, e incluso grabando en video la actuación, etcétera.

En caso de tener medios como cámara de video o fotografía, pedir al grupo que se organice como un equipo productor que se encargue de la grabación, realicen los materiales audiovisuales necesarios, etc.

En realidad para trabajar con este género  usted no requiere de muchos materiales, basta con la televisión que tienen las personas en sus casas, y si puede contar con videograbadora le ayudará para el análisis, pero no es indispensable.

Bibliografía

1. Galindo, Ma. del Carmen, (1985), "La telenovela de refuerzo de valores sociales”, tesis profesional, Universidad Iberoamericana, México, D.F. p.135

2. González, Jorge, (1988), “La cofradía de las emociones interminables”, en Culturas Contemporáneas, No. 4-5, Universidad de Colima, Colima, México, pp. 13-65.

3. Lizaur de, Blanca, (1999), “La telenovela como melodrama y su aprovechamiento pedagógico”, en Curso Uso pedagógico de la televisión”, Antología, Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa, ILCE, México, D.F. pp.143 - 160

4. Martín Barbero, Jesús, (1989), "Comunicación y cultura unas relaciones complejas", Telos No.19, sept. - nov., FUNDESCO, Madrid, España, p.24

5. Martínez Zarandona, Irene (2002), “¿Quién decide lo que ven tus niños?”, Editoria Pax México, México, D.F. p.71

6. Martínez Zarandona, Irene, (2000), "Telenovelas y telenoveleros", Revista de Comunicación año 13, No.67, México, D.F.

7. Meléndez Crespo, Ana, (1999), “Géneros de la televisión”, en Curso Uso pedagógico de la televisión”, Antología, Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa, ILCE, México, D.F.

8. Mazzotti, Nora, (1996), “La industria de la telenovela. La producción de ficción en América Latina”, Paidós, Estudios de Comunicación, México, D.F., p.272

9. Torres Aguilera, Francisco Javier, (1994), “Telenovelas, televisión y comunicación”, Ediciones Coyoacán,  México, D.F., p.152 

No hay comentarios:

Publicar un comentario